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Importancia de la congruencia interna del dictamen pericial

Un aspecto fundamental de las pruebas periciales es la congruencia entre conclusiones y resultados.

Los jueces, así como las personas que se dedican al derecho tienen conocimiento precisamente sobre eso, es decir, sobre el derecho. Sin embargo, existen otras áreas del conocimiento sobre las que no tienen experiencia, esto no es una crítica sino una simple realidad.

Como cualquier persona, cada uno de nosotros tenemos conocimientos en los campos a los que nos dedicamos, pero no en el conocimiento que se puede requerir en otras materias, como por ejemplo en los casos donde la resolución de los asuntos requiere de un conocimiento especial en donde es necesario acudir a peritos.

Si las periciales buscan precisamente que una persona experta en la materia proporcione al juzgador conocimiento que, por su preparación como abogado, se podría esperar razonablemente que no tenga, es importante dejar en claro que la prueba pericial no es un saber misterioso, no es un oráculo que puede ver lo que nadie más pudiera conocer.

Qué es exactamente lo que debe hacer un perito

Esencialmente el perito debe analizar los hechos que soliciten conforme a los conocimientos especializados que tenga. Después debe explicar al juez la manera en que realizó su estudio, los resultados que obtuvo y la conclusión a la que llegó sobre lo estudiado.

Al proceder de esa manera el perito no estará simplemente dando un juicio, sino que estará explicando al operador jurídico las razones por las que llega a una conclusión determinada.

Ahora si entendemos que la prueba pericial no es una simple afirmación exacta sobre una realidad, sino el reporte sobre la observación especializada de un fenómeno es más sencillo comprender la importancia de la congruencia entre resultados y conclusiones.

Supongamos que un perito somete a consideración de un juez un dictamen pericial. El dictamen estará dividido en tres partes:

  • La metodología
  • Los resultados
  • Y las conclusiones.

Sin embargo, cuando el juez lo está estudiando advierte que las conclusiones no mencionan algunos de los hallazgos. De hecho, a mayor abundamiento, los hallazgos parecen guardar poca relación con las conclusiones. En tal caso queda claro que la prueba de pericial tendrá escaso valor.

Considerarlo de otra forma implicaría aceptar que el perito es un oráculo que puede dar conclusiones sin sustento, mientras que, por el contrario, si el reporte de la prueba pericial es consistente, entonces la persona que lo juzga estará en actitud de valorar su alcance probatorio.

El ejemplo más cercano se encuentra en la propia profesión del juez. Todo acto de autoridad debe estar fundado y motivado. Esta obligada explicitación del razonamiento y su fundamento no sólo resulta útil para quien es perito.

La fundamentación y motivación permiten al ciudadano ordinario, sujeto de una acción judicial, poder conocer el razonamiento del juez, incluso puede tomar la ley citada y conocer el sustento de primera mano.

Más aún, el ciudadano puede recurrir a terceros, quienes en un acto jurisdiccional o consultivo pueden opinar sobre el razonamiento y fundamentación del acuerdo judicial.

 Y de manera similar a las conclusiones de un informe pericial, las cuales deben estar claramente fundadas y motivadas, el razonamiento debe ser explícito, y el fundamento no es legal sino teórico o fáctico.

Por tanto, la congruencia entre resultados del peritaje y las respectivas conclusiones tiene una importancia doble. Por un lado, permite que el juez verdaderamente comprenda la materia sobre la que va a emitir su juicio, sin pretender que lo que dice el peritaje sean palabras provenientes de un ámbito inaccesible. Y por otro, lleva a que el peritaje puede ser escrutado razonablemente por el juez mediante un contraste entre los resultados y las conclusiones alcanzadas.

Esto no implica desde luego que el juzgador deba conocer todas las materias sobre las que el perito realiza su peritaje. Por el contrario, precisamente para eso tiene a los peritos.

Sin embargo, exigir que el valor de la prueba pericial se sujete a la existencia de resultados y conclusiones garantiza que el juez pueda evaluar al menos su congruencia interna. A partir de ello podrá evaluar con mayor solidez los aspectos abordados por la prueba pericial.