Manual de Procedimiento para la Actuación del Perito en el Juicio Oral

1.0 Introducción: El Rol Estratégico del Perito en el Proceso Judicial

La intervención de un perito en un juicio oral constituye un momento decisivo donde el rigor técnico debe fusionarse con una excepcional capacidad de comunicación. El propósito de este manual es estandarizar un procedimiento de actuación que maximice la credibilidad y la eficacia del experto, transformando su conocimiento especializado en una prueba clara, accesible y convincente para el tribunal. La defensa del informe pericial no culmina con su entrega, sino con su ratificación y defensa bajo el escrutinio de las partes y ante la deliberación del juez.

La actuación pericial en juicio se sustenta sobre tres pilares fundamentales que definen el éxito de la intervención:

  1. Informar bien: Dar cuenta de manera sustancial de la información relativa a su especialidad que es necesaria para resolver el objeto del juicio.
  2. Argumentar sólidamente: Desplegar argumentos con razones verdaderas, firmes y fundamentadas, demostrando un dominio técnico y metodológico irreprochable.
  3. Transmitir credibilidad: Generar confianza en el tribunal a través de una comunicación segura, serena y profesional.

El desafío principal que enfrenta todo perito, como señala el docente Luis Peñaloza Castillo, es la tendencia natural a comunicarse en el lenguaje propio de su experticia. La jerga técnica, si bien precisa, puede convertirse en una barrera insalvable para la comprensión por parte de jueces, abogados y otros actores no especializados. Por ello, es de importancia crítica que el experto sea capaz de traducir sus hallazgos a términos claros y comprensibles, explicando el significado de cualquier concepto técnico que sea indispensable utilizar.

Dominar este rol estratégico exige, por tanto, una preparación meticulosa que va más allá del propio informe y que comienza mucho antes de entrar en la sala.

2.0 La Preparación Previa al Juicio: Cimentando la Credibilidad

La improvisación es el adversario directo de su credibilidad. Subestime la fase preparatoria y arriesgará el colapso de todo su trabajo bajo el escrutinio del tribunal. Esta etapa no es una formalidad; es donde se cimenta la victoria, asegurando el dominio del contenido, la anticipación de escenarios y la solidez de la exposición.

2.1 Dominio del Informe Pericial y la Metodología

El tiempo asignado para la exposición oral de la pericia es variable y depende exclusivamente del criterio y estilo del tribunal. Por tanto, debe estar preparado para presentar sus conclusiones en diferentes formatos de tiempo, ya sea de manera breve (5 o 10 minutos) o en una exposición amplia y completa (30 o 45 minutos). La clave es tener la capacidad de adaptar el discurso sin sacrificar la claridad ni el rigor.

Para estructurar eficazmente la presentación, domine siempre los siguientes tres elementos clave:

  • Puntos de prueba / hechos a probar / objeto del juicio: Alinee su exposición con los hechos específicos que la pericia busca esclarecer.
  • Materia de la causa: Comprenda el contexto general del litigio y cómo encaja el informe pericial en él.
  • Lo solicitado en la pericia: Responda de manera directa y precisa a la pregunta o mandato que originó el informe.

Asimismo, anticipe que su metodología será cuestionada. En escenarios donde los datos primarios son inexistentes, incompletos o poco fiables, es posible que deba recurrir a estimaciones indirectas. Esté preparado para ofrecer una justificación técnica robusta sobre por qué desechó las cifras reales y por qué el método indiciario elegido es el más adecuado y objetivo para el caso. Su capacidad para argumentar estas decisiones es fundamental para la solidez de su testimonio.

2.2 El Principio de Objetividad e Imparcialidad

La objetividad es el pilar de su credibilidad, y debe estar anclada en principios éticos fundamentales como el respeto a la persona y la responsabilidad profesional. Debe proyectar imparcialidad en todo momento, demostrando que sus conclusiones no responden a intereses de parte, sino a un análisis técnico y científico.

Es crucial reconocer el concepto de neutralidad condicionada. La neutralidad absoluta es inalcanzable, pues todo profesional está influenciado por su propia ideología, cultura y experiencias. La verdadera objetividad se consigue al reducir este sesgo inherente mediante la adhesión rigurosa a criterios científicos y una metodología robusta. Fundamente cada opinión en antecedentes sólidos y demuestre un proceso técnico capaz de resistir el más minucioso escrutinio.

2.3 La Coordinación con el Letrado

La colaboración estratégica con el letrado que presenta la prueba pericial es crucial. Antes del juicio, es imprescindible mantener una reunión de preparación para:

  • Revisar los puntos clave del informe: Asegurar que ambos tienen una comprensión compartida de los hallazgos más importantes y sus implicaciones estratégicas.
  • Entender el objeto del juicio: Aclarar cómo la pericia contribuye a la teoría del caso y qué hechos concretos ayuda a probar.
  • Anticipar posibles líneas de interrogatorio y contrainterrogatorio: Simular las preguntas que podrían surgir tanto de la parte propia como de la contraria para preparar respuestas claras, precisas y bien fundamentadas.

Esta preparación conjunta no solo refina la exposición, sino que también lo prepara para la ejecución estructurada de su declaración en la sala del tribunal.

3.0 Las Fases Oficiales de la Declaración en Juicio

Conocer la estructura formal de la declaración le proporciona un mapa del proceso. Este conocimiento reduce la ansiedad y le permite concentrarse en el contenido de su testimonio en cada etapa específica, sabiendo qué esperar y cuál es su rol en cada momento. La declaración se desarrolla en las siguientes cinco fases:

  1. Individualización:
    • Es la fase inicial donde el perito proporciona sus antecedentes personales para ser debidamente identificado. Debe estar preparado para indicar su nombre completo, RUT (o documento de identidad), profesión, domicilio y la institución a la que pertenece si se trata de un perito institucional.
  2. Juramento o Promesa:
    • Tras la individualización, el juez le solicitará que, de acuerdo con sus creencias, jure o prometa decir la verdad, sin omitir ni tergiversar la información que entregue. En este acto, el tribunal le informará también sobre las sanciones o penas aplicables en caso de incumplimiento de este deber.
  3. Acreditación:
    • Este es el momento procesal para dejar en evidencia su idoneidad como perito. A través de una serie de preguntas formuladas por el letrado que lo presenta, se busca establecer su competencia, experiencia y falta de sesgos para ejercer como experto en la materia.
    • Domine las respuestas a preguntas típicas de idoneidad como:
      • ¿Usted posee título profesional? ¿Cuál es el título?
      • ¿Dónde cursó sus estudios de pregrado? ¿En qué año egresó y se tituló?
      • ¿Ha cursado post títulos y/o post grados? ¿Cuáles, dónde?
      • ¿Cuál es su experiencia como perito? ¿Cuántos peritajes ha realizado?
      • ¿Cuántos peritajes ha expuesto mediante declaración ante Tribunales?
      • ¿Está usted en el listado de peritos de la I. Corte de Apelaciones?
      • ¿Cuánto cobró por el peritaje?
      • ¿Le pagaron el peritaje?
      • ¿Cómo conoce a la parte que le encargó el peritaje?
      • ¿Tiene vínculo de parentesco, amistad u otro con la parte que le encargó el peritaje?
      • ¿Tiene algún grado de enemistad con la parte contraria?
  4. Presentación de la Pericia:
    • Previo al interrogatorio de las partes, se le concederá la oportunidad de exponer su pericia. Esta presentación debe ser concisa y estructurada, incluyendo los siguientes tres componentes esenciales:
      • a) Identificación de la acción concreta y sujeto del estudio: Defina quién encargó el peritaje (el mandante) y la fecha de su realización.
      • b) Descripción del diseño metodológico: Explique de forma clara y accesible las técnicas y procedimientos utilizados para llegar a las conclusiones.
      • c) Conclusiones: Exponga los hallazgos finales del informe de manera directa y precisa.
  5. Interrogatorio:
    • Una vez finalizada la exposición, comienza la fase de preguntas por parte de los abogados. Esta se divide en el interrogatorio directo, realizado por la parte que lo presenta, y el contrainterrogatorio, conducido por la parte contraria.

Una vez finalizadas estas fases formales, el núcleo de la actuación se centra en la aplicación de estrategias de comunicación efectiva durante el interrogatorio y contrainterrogatorio.

4.0 El Arte de la Comunicación: Estrategias Verbales y No Verbales

La credibilidad de un perito no solo depende de qué dice, sino, fundamentalmente, de cómo lo dice. La forma en que se comunica el conocimiento técnico puede validar o socavar por completo el contenido del informe. Esta sección se enfoca en las habilidades de comunicación verbal y no verbal que son cruciales para transmitir seguridad, profesionalismo y confianza al tribunal.

4.1 Comunicación Verbal: Claridad y Precisión

Su expresión oral debe ser controlada y deliberada para asegurar que el mensaje sea recibido con total claridad por todos los presentes en la sala.

  • Lenguaje claro: Utilice un lenguaje comprensible para un público no especializado. Si es indispensable usar un término técnico, explíquelo inmediatamente en términos sencillos.
  • Evitar la lectura: No lea el informe, salvo para citar textualmente fragmentos extensos cuya precisión sea crítica. El objetivo estratégico de evitar la lectura es fomentar el contacto visual directo con el juez, lo cual es crucial para construir un vínculo de confianza. Esta práctica transforma su testimonio de una mera recitación a una comunicación directa y creíble con quien toma la decisión.

4.1.1 Control de la Voz (Paralingüística)

El modo en que usa su voz es tan importante como las palabras que elige. Controle estos elementos paralingüísticos para proyectar autoridad y convicción:

  • Tono y modulación: Comience a hablar en un tono de voz medio y module la voz adecuadamente para que todos puedan entender, evitando exagerar los sonidos para que la elocución se escuche natural.
  • Ritmo: Hable con una celeridad adecuada; ni demasiado rápido como para no ser entendido, ni tan lento que se pierda el interés del tribunal.
  • Articulación y entonación: Articule cada palabra con nitidez y use la entonación para enfatizar los puntos clave de su testimonio, guiando la atención del juez hacia lo más relevante.

4.2 Comunicación No Verbal: Proyectando Confianza

El cuerpo también comunica. Una postura y gestualidad adecuadas refuerzan su mensaje verbal y proyectan una imagen de autoridad y confianza.

  • Gestos y postura: Controle los gestos y ademanes para que apoyen su discurso sin distraer. Mantenga una postura cómoda, relajada y profesional en todo momento.
  • Apariencia: Su apariencia debe reflejar el profesionalismo y la seriedad que requiere el contexto judicial.
  • Contacto visual: Es fundamental. Reparta el contacto visual entre su interlocutor (el abogado que pregunta) y, muy especialmente, el juez o los miembros del tribunal, que son los destinatarios finales de su testimonio.

Advertencia: Esté atento a los intentos de manipulación emocional por parte de los letrados. Gestos de negación o sorpresa mientras usted habla, interrupciones o desvío deliberado de la atención (mirar papeles, ignorarlo) son tácticas para desestabilizarlo. Una actitud de sumisión o inhibición puede transmitir debilidad; mantenga la calma y el enfoque profesional.

Dominar estas técnicas de comunicación es fundamental para enfrentar con éxito la fase más desafiante de la declaración: el interrogatorio y contrainterrogatorio.

5.0 Estrategias para Afrontar el Interrogatorio y Contrainterrogatorio

El interrogatorio es la prueba de fuego del peritaje, donde la solidez del informe y la preparación del experto son puestas a prueba. El interrogatorio directo, realizado por la parte que lo presenta, busca que el perito exponga y refuerce sus conclusiones. Por el contrario, el objetivo del contrainterrogatorio, conducido por la parte contraria, es testear la veracidad de la información y buscar fisuras en la metodología o en las conclusiones del experto. Esta sección ofrece un marco de actuación para navegar ambas situaciones con profesionalismo y seguridad.

5.1 Principios Rectores Durante el Interrogatorio

Independientemente de quién pregunte, su actuación debe regirse por los siguientes principios:

  • Seguridad y Serenidad: Mantenga la calma. Esto proyecta confianza en su propio trabajo y en las conclusiones alcanzadas. Responda sin dudar, pero tómese el tiempo necesario para formular una respuesta precisa.
  • Precisión en las Respuestas: Conteste exclusivamente a lo que se le pregunta y solo sobre la información que maneja con certeza. Evite las ambigüedades, las especulaciones y no ofrezca información que no le ha sido solicitada.
  • Fundamentación y Solidez: Fundamente todas sus opiniones y conclusiones en los antecedentes recopilados y en su metodología. Esté preparado para explicar el «porqué» de cada una de sus afirmaciones, demostrando solidez técnica.
  • Objetividad e Imparcialidad: Mantenga una postura neutral y profesional en todo momento. Usted es un auxiliar de la justicia, no un defensor de una de las partes.

5.2 El Contrainterrogatorio: Tácticas y Respuestas

El objetivo ideal del examinador en el contrainterrogatorio es formular una serie de aseveraciones que le permitan obtener del perito una simple afirmación («sí» o «no») sin explicación alguna. Su rol es evitar que esto suceda, proporcionando el contexto necesario a cada respuesta.

  • Evite los monosílabos: Nunca conteste simplemente «sí» o «no». Esta es una táctica defensiva crítica. Una respuesta monosilábica puede ser fácilmente sacada de contexto por el abogado contrario en sus alegatos de clausura. Acompañe siempre su respuesta de una pequeña y precisa aclaración. Al hacerlo, usted mantiene el control de la narrativa de su peritaje y evita que sus palabras sean weaponizadas.
  • Sea justo y preciso: Ofrezca la aclaración necesaria para que su respuesta sea completa y veraz, pero sin «enrollarse» ni dar información innecesaria que pueda abrir nuevas y peligrosas líneas de interrogatorio.
  • Mantenga el respeto: Aunque las preguntas sean «incisivas» o busquen provocarlo, muestre siempre una actitud respetuosa y profesional. No caiga en provocaciones.
  • Dirija su respuesta al tribunal: Aunque le pregunte un abogado, su respuesta final debe ser dirigida tanto a él como, y principalmente, al juez.

La mejor manera de aplicar estas estrategias es ser consciente de los errores más comunes que se cometen en esta fase para poder evitarlos de forma activa.

6.0 Errores Frecuentes a Evitar

Conocer y evitar los errores comunes es tan importante como dominar las buenas prácticas. Un solo fallo puede socavar la credibilidad construida con tanto esfuerzo a lo largo de todo el proceso. Utilice la siguiente lista como una guía de control para su actuación.

  • Respuestas ambiguas e inespecíficas: La falta de precisión genera desconfianza.
  • Uso de lenguaje inentendible: Si el tribunal no comprende su mensaje, su testimonio pierde todo valor.
  • Falta de solidez metodológica: No ser capaz de justificar cómo llegó a sus conclusiones es un error fatal.
  • Uso de términos y conceptos que no son de manejo del perito: Limítese estrictamente a su área de conocimiento.
  • Entregar información que no se maneja: Especular o responder sobre lo que no se sabe destruye la credibilidad.
  • Falta de objetividad: Mostrar parcialidad hacia una de las partes anula su rol como experto.
  • Ofuscarse u ofenderse: Perder la compostura es una señal de inseguridad.
  • Entrar en discusión con el abogado: Su rol no es debatir, sino exponer hechos y conclusiones técnicas de forma objetiva.

En resumen, la actuación exitosa de un perito en un juicio oral no es fruto del azar, sino el resultado de una preparación rigurosa, una ejecución profesional y una comunicación clara y convincente. Estos elementos, aplicados de manera sistemática, no solo validan el informe pericial, sino que consolidan el rol indispensable del experto como un auxiliar clave en la búsqueda de la justicia.