Economista y Abogado: La Doble Visión que Blinda su Informe Pericial frente a Impugnaciones

Imagine la escena, tan temida como frecuente en la sala de un juzgado. Usted, como abogado, ha construido un caso sólido, ha presentado los hechos de manera impecable y su estrategia legal es robusta. La pieza clave de su reclamación económica, un informe pericial que cuantifica el daño, reposa sobre la mesa del juez. Sin embargo, durante la vista, el abogado de la parte contraria se levanta y, con una serie de preguntas afiladas, no ataca la ley, sino los cimientos de su prueba económica.

«¿Podría el perito explicar por qué ha usado la tasa de descuento X y no la Y, que es la habitual en el sector según la jurisprudencia reciente?»

«¿Es consciente el perito de que la documentación contable en la que basa sus proyecciones no cumple con los requisitos formales que exige la Ley de Enjuiciamiento Civil para su plena validez probatoria?»

«El nexo causal que usted establece entre el hecho y el daño, ¿no es una mera correlación estadística en lugar de una causalidad probada en términos jurídicos?»

En ese instante, un informe pericial técnicamente correcto puede empezar a tambalearse. Si el perito, un economista puro, no comprende las implicaciones procesales o la lógica jurídica que subyace a esas preguntas, sus respuestas pueden ser vacilantes, puramente técnicas y, en última instancia, insuficientes para el juez. La duda ha sido sembrada. El informe, y con él una parte crucial del caso, ha quedado herido.

¿Cómo evitar este escenario? La respuesta reside en no elegir solo a un experto en números, sino a un profesional que domine los dos lenguajes del litigio: el económico y el jurídico. Un perito que no solo sabe qué calcular, sino cómo blindar ese cálculo para el combate procesal.

La Visión del Economista: El Rigor del Análisis (El «Qué»)

La primera dimensión de un informe pericial sólido es, indiscutiblemente, su excelencia técnica. Esta es la aportación fundamental del economista. Su trabajo consiste en construir la estructura del informe con los mejores materiales disponibles, garantizando que sea resistente desde un punto de vista financiero. Esta visión se centra en:

  • La Metodología Adecuada: Seleccionar y justificar los modelos de valoración o cálculo más apropiados para el caso (flujos de caja descontados, múltiplos de mercado, etc.), basándose en estándares profesionales y la literatura económica.
  • El Análisis de Datos: Procesar de forma rigurosa la información contable y financiera, identificar tendencias, patrones y anomalías, y asegurar la integridad de los datos de partida.
  • La Objetividad Financiera: Realizar proyecciones y establecer hipótesis (crecimiento, inflación, riesgo) que sean razonables, conservadoras y estén fundamentadas en fuentes externas verificables (estudios de mercado, estadísticas sectoriales).
  • La Consistencia Numérica: Garantizar que todos los cálculos son aritméticamente correctos y que las conclusiones se derivan lógicamente de las premisas establecidas.

Un informe sin este pilar técnico es un castillo de naipes. Es el «qué» de la pericial, la sustancia. Pero en el contexto de un juicio, la sustancia por sí sola no siempre es suficiente. Necesita una armadura.

La Visión del Abogado: El Blindaje Estratégico (El «Cómo»)

Aquí es donde entra en juego la segunda dimensión, la visión del abogado. Este enfoque no reemplaza al análisis económico, sino que lo envuelve, lo protege y lo adapta al campo de batalla real: el procedimiento judicial. Un perito con formación jurídica integra de manera nativa conceptos que un economista puro podría pasar por alto:

  • La Carga de la Prueba (Onus Probandi): El perito-abogado entiende quién tiene la obligación de probar qué. Su informe no solo presenta conclusiones, sino que está diseñado para satisfacer la carga probatoria que la ley impone a su cliente, aportando el «principio de prueba por escrito» o la «verosimilitud» que exige el tribunal.
  • El Nexo Causal Jurídico: No se limita a demostrar una correlación matemática. Estructura su análisis para probar la conexión directa y eficiente entre la acción del demandado y el perjuicio económico, utilizando una argumentación que resuena con la lógica jurídica que el juez va a aplicar.
  • Los Requisitos Procesales: Sabe que un informe pericial debe cumplir con los requisitos formales de la Ley (juramento o promesa de decir verdad, claridad, etc.) y que la cadena de custodia de la documentación utilizada es vital para evitar impugnaciones por defectos de forma.
  • Anticipación de la Estrategia Contraria: Su mente de abogado le permite pensar como la parte contraria. Mientras realiza sus cálculos, ya está anticipando las posibles líneas de ataque: «¿Van a cuestionar la fuente de mis datos? ¿La hipótesis de crecimiento? ¿La jurisprudencia sobre el método de valoración?». Esta anticipación le permite reforzar preventivamente esos puntos débiles en el propio texto del informe.

Esta visión es el «cómo» de la pericial, la armadura que la hace resistente al fuego cruzado de un interrogatorio y persuasiva para la mente del juzgador.

La Sinergia: El Resultado es un Informe «Blindado»

Cuando estas dos visiones se fusionan en un único profesional, el resultado es exponencialmente superior a la suma de sus partes. El perito economista y abogado no necesita que el letrado del caso le «traduzca» lo que necesita. Hablan el mismo idioma desde el primer minuto.

Este profesional no elabora primero un informe técnico para luego intentar «vestirlo» con un barniz legal. La lógica jurídica está integrada en el ADN del informe desde su concepción.

  • El lenguaje se adapta: Se evitan tecnicismos innecesarios que puedan generar confusión, y se utilizan expresiones y razonamientos que conectan directamente con los conceptos jurídicos que el juez maneja.
  • La estructura es estratégica: El informe no solo sigue un orden económico, sino también una narrativa probatoria. Se presentan los hechos, se aplica la metodología y se exponen las conclusiones de una manera que construye un argumento legal, no solo un ejercicio financiero.
  • La ratificación es más sólida: En el estrado, este perito no es un técnico defendiéndose, es un experto que reafirma sus conclusiones conectándolas con los fundamentos de derecho del caso. Responde con la solvencia del economista y la agilidad estratégica del abogado.

En esencia, un informe elaborado desde esta doble perspectiva nace «blindado». Está preparado para el escrutinio técnico del perito contrario y para el ataque procesal de su abogado, porque ha sido diseñado, desde su origen, para prevalecer en ambos frentes.

Conclusión: No se Conforme con un Cálculo, Exija una Herramienta para Ganar

En el entorno legal actual, cada vez más complejo y competitivo, la elección del perito adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una reclamación económica. Contratar a un perito que es, a la vez, economista y abogado, no es un lujo, es una decisión estratégica de primer orden.

Significa elegir la tranquilidad de saber que su prueba principal no solo es correcta, sino robusta. Significa optimizar la comunicación y la estrategia con su equipo legal. Y, sobre todo, significa presentar ante el tribunal un informe pericial que no deja flancos débiles, que resiste impugnaciones y que cumple su función última: convencer.

Al final del día, lo que usted necesita no es solo un número en un papel. Necesita una herramienta de defensa completa, un argumento irrefutable. Necesita la doble visión que blinda su caso.